2025 está siendo un año intenso, lleno de cambios y decisiones importantes.
Las organizaciones han acelerado su evolución hacia modelos más ágiles, conectados y centrados en las personas y el dato. La Inteligencia Artificial ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una aliada real, que impacta en la forma en que trabajamos, lideramos, tomamos decisiones, nos comunicamos y nos relacionamos.
En INCIPY lo vivimos día a día, intensamente.
Acompañando a empresas en la definición e implementación de sus hojas de ruta con IA, en la creación de nuevos modelos de trabajo y de relación con sus clientes y en la implementación de estrategias y herramientas para automatizar procesos y mejorar la experiencia de usuario.
Compartiendo en nuestra comunidad, lo que aprendemos en guías, plantillas y recursos descargables que facilitan la reflexión estratégica y la acción concreta.
Hemos impulsado conversaciones reales en eventos como el AI Generative Summit, D el DES, donde la comunidad empresarial ha podido inspirarse, cuestionarse y compartir aprendizajes.
Y hemos mostrado casos de éxito que demuestran que, cuando la Inteligencia Artificial se pone al servicio de las personas, el cambio es posible y positivo.
Pero también hemos aprendido otra cosa:
Que por mucho que la IA avance, hay espacios que siguen siendo exclusivamente humanos.
- La intuición.
- La empatía.
- El vínculo.
- La pausa.
Y ahora, en este punto del año, sentimos que es momento de dar espacio a esa parte del viaje que no se mide en métricas ni se programa en agendas.
La pausa no es una interrupción del progreso, es una condición para que ese progreso tenga sentido.
Personalmente, encuentro en el mar una metáfora perfecta de lo que representa esta etapa.
Navegar no es avanzar sin parar, es saber leer el viento, ajustar el rumbo, disfrutar del trayecto.
A veces se trata de detenerse, de soltar el timón y simplemente observar el horizonte.
Porque no todo se puede controlar. Porque no todo debe ser inmediato.
Este verano te animo a reconectar con lo esencial:
- Tiempo sin reloj
- Lecturas sin prisa
- Conversaciones profundas
- Vínculos que se fortalecen cuando hay presencia
El silencio y la calma son terreno fértil para nuevas ideas.
Desconectar nos da perspectiva. Nos recarga. Nos devuelve claridad.
Gracias por formar parte de este camino de evolución consciente y tecnológica.
Nos reencontramos en septiembre con más energía, más visión y más ganas de seguir construyendo organizaciones con propósito, donde la inteligencia artificial y la humana coexistan de manera armónica.
Hasta entonces, que el verano te regale lo más valioso: tiempo de verdad.
Tiempo para ti. Para los tuyos. Para volver a lo humano.
Joana Sánchez
CEO y Fundadora Incipy