En su afán de innovar y ser el gigante todopoderoso de Internet, Google sigue reinventándose. El último producto de la factoría es Google Inbox, un paso más en la bandeja de entrada de su sistema de correo electrónico Gmail.

Tras su lanzamiento en octubre, están surgiendo ya los primeros análisis, aunque es todavía temprano para ubicarlo en la columna de éxitos o fracasos de la multinacional.

¿Qué debemos saber?

Inbox es una mejora de la bandeja de entrada de Gmail. Por lo tanto, ni éste desaparece ni estamos ante un nuevo sistema de correo electrónico. De hecho, se presenta como una bandeja de entrada inteligente, y orientada a la productividad, ya que nos ahorra trabajo.

Inbox utiliza los datos de Gmail y, las acciones que se realizan en uno, aparecen también en el otro. Si todavía hay alguien que no lo use, es un buen momento para estrenarse. Gmail ha cumplido los 10 años y desde hace 2 supera a Outlook en número de usuarios, por no hablar de las ventajas, posicionamiento e integración de servicios que conlleva el ser marca Google.

Está en fase beta (un dato: Gmail lo estuvo 5 años) y, por ahora, funciona por invitación. Cada usuario puede invitar a otros dos (si se tiene algún amigo que ya lo use, sin duda es la opción más rápida), o bien puede solicitarse a inbox@google.com. Google la enviará en cuanto distribuya nuevas invitaciones.

Funciona en dispositivos móviles con sistema operativo iOS y Android. De hecho, uno de los objetivos era mejorar la bandeja de entrada y la experiencia del usuario de Gmail para móviles. En cuanto a la versión web, de momento está disponible para quienes navegan con Google Chrome.

 

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¿Qué mejoras ofrece?

Visual, organizado, rápido… estos son los calificativos que más se repiten entre quienes ya lo usan. De momento está teniendo una buena acogida, diría que incluso entusiasta por parte de algunos, aunque también hay quien identifica alguna debilidad, de la que seguro Google tomará buena nota antes de lanzar la version definitiva.

Yo añadiría que, sobre todo, se ha puesto en la piel del usuario para hacerle la vida más fácil, reaccionando ante aquellas voces que empiezan a citar otro tipo de herramientas que pueden ir sustituyendo o disminuyendo paulatinamente el uso del correo electrónico, como las redes sociales corporativas. Google no está dispuesto a perder ninguna batalla, y aún menos la del liderazgo.

Veamos con algo más de detalle, por qué Inbox hace más fácil la gestión del correo:

1.- Agrupaciones automáticas de correos similares, presentados de forma organizada. Además, Inbox va aprendiendo las rutinas del usuario y mejora su experiencia progresivamente. Por supuesto, las agrupaciones también pueden hacerse de forma manual. En este sentido, Inbox amplia las categorías de Gmail.

2.- ¿Mensajes o tareas? El usuario decide cuándo leer cada mensaje, y lo trata como si fuera una tarea:  puede posponerlo para leerlo, por ejemplo, por la noche en casa, al mediodía, en la oficina, puede archivarlo si ya lo ha leído y considera que puede serle útil más adelante, o bien puede eliminarlo. Clasificar mensajes es muy fácil. Inbox hace el resto, ya que cuenta, además, con una serie de recordatorios que facilitarán la labor.

3.- Visualización prioritaria de la información más sensible, gracias a la fijación de los mensajes.

También aquí Inbox aprende del usuario y va identificando qué información es más importante para cada uno.

Lo esencial, de un simple vistazo, sin necesidad de abrir el correo.

Y además enriquece el contenido mostrando información útil extraída de la web, como el estado real de un vuelo.

En el apartado de mejoras, hay cierta unanimidad acerca de la necesidad de destacar mejor la función de borrar. En la bandeja de entrada de Gmail está más visible. En Inbox hay un paso intermedio que lo hace menos intuitivo.

Tampoco los contactos son visibles, aunque, como una muestra más de su carácter inteligente, al escoger al destinatario siempre aparecen sugeridos los nombres de aquéllos con los que cada usuario se relaciona más.

 

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¿Y cómo afectará a los anunciantes y a las campañas de email marketing?

Se habla mucho de las ventajas para el usuario, pero el anunciante tal vez no lo tenga tan claro.

Esta pregunta ya surgió con la última versión de Gmail y la incorporación de sus pestañas y, de hecho, algunas campañas de email marketing vieron cómo sus ingresos se reducían.

Si las newsletters y los emails quedan agrupados de forma tan automática y visible en el apartado de promociones… ¿van a perder oportunidades? ¿El usuario va a dejar de leerlos?

Sin duda la pelota está ahora en el tejado del anunciante. Si ofrece un contenido de valor, si va identificando a su cliente más fiel, sin duda la respuesta es un no rotundo.

Al contrario, el contenido relevante para un usuario va a destacar respecto a aquellas campañas masivas que no se centran en el cliente y lo tratan como a uno más.

Si el anunciante apuesta por estrategias de customer centricity, donde su cliente sea el centro, va a tener a Inbox como un gran aliado.

Seguiremos atentos su evolución. De momento vaya por delante este vídeo para ir haciendo boca.