¿Por qué necesito un CRM social?
En un entorno donde las Redes Sociales e Internet han transformado el ciclo de vida de compra y de venta de productos y servicios, la gestión de la relación con tus clientes debe ser también social.
El comprador inicia antes su proceso: busca, compara y se informa a través de múltiples dispositivos a cualquier hora, en las fuentes que están disponibles. Requiere información inmediata y es muy consciente de sus intereses: valora positivamente que le faciliten el trabajo.
La relación con nuestros clientes, por lo tanto, va más allá de lo transaccional y aquí está el valor de un CRM Social: permite incorporar datos sociales (intereses, intenciones, comportamientos, sentimientos, estilo de vida…), enriquecer nuestra base de datos actual y crear soluciones individualizadas en la estrategia de captación y fidelización de clientes.
¿Conozco realmente a mis clientes?
Partiendo de una identificación de cada uno de nuestros clientes, podemos conocerlos en profundidad y predecir su comportamiento, gracias a análisis estadísticos. Esto significa que podemos ser proactivos y generar acciones para mejorar nuestra relación con ellos y garantizarles experiencias satisfactorias y memorables en cualquiera de los puntos de contacto, pero sobre todo, en aquellos que nuestro cliente perciba mayor valor: descuentos en periodos concretos, soporte a sus acciones de venta, redenciones que lleven compradores a sus puntos de venta, etc.
La implementación de un Social CRM responde a una estrategia de negocio y ventas soportada por una solución tecnológica, lo cual significa implementar una plataforma o herramienta para explotar los datos que obtengamos y buscar patrones de comportamiento para mejorar la experiencia del cliente y nuestros resultados de negocio.